La producción automotriz en México seguirá creciendo entre 2017 y 2018, pese a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), según estimaciones de Ernst&Young (E&Y).

Andrés Lersch, socio líder de Industria Automotriz de E&Y, comentó qué hay tres fabricantes de autopartes globales que quieren invertir en nuevas plantas en el país, hay por lo menos otros cinco fabricantes de componentes que quieren expandir sus operaciones y en el caso de las armadoras, hay algunas que ya comercializan sus vehículos y están interesados en fabricar en territorio mexicano.

"Había mucho miedo, hace cuatro meses, de que la inversión extranjera no iba a continuar. Sí va a continuar, va a disminuir el ritmo, pero al final la inversión extranjera va a continuar", aseguró.

No obstante, la falta de mano de obra capacitada, las fluctuaciones del tipo de cambio y posibles cambios en las tendencias de consumo de los consumidores, han detenido las nuevas inversiones, pero no por la renegociación del TLCAN.

E&Y destacó que de los principales riesgos identificados para el sector automotriz, con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, como la renegociación acelerada, la prohibición de trasladar operaciones a México, la imposición de tarifas a la importación de vehículos y la construcción del muro fronterizo, ninguno se ha cumplido.

"Al día de hoy, ninguno de los riesgos se ha realizado de manera contundente. No queremos decir que no va a pasar nada, pero al día de hoy todas estas políticas han sido incipientes", dijo Lersch.

Sobre la renegociación del TLCAN, el socio de E&Y mencionó que el principal riesgo es que se intente bajar el contenido regional proveniente de México; aunque la tendencia, en general, es que se incremente el contenido regional para los tres países que conforman el acuerdo.

"Hay mucho interés de México por fabricar ciertos componentes electrónicos como los chips, que se importan de Japón", agregó Lersch.

Actualmente, la producción de vehículos en Estados Unidos contiene alrededor de 11.7% de partes mexicanas y si se implementará un impuesto de 35% a las importaciones de componentes provenientes de México, se perderían 11 mil empleos en el sector manufacturero en ese país.

Trasladar la producción de componentes fuera de Estados Unidos implicaría una inversión de 4.7 a 6.5 mil millones de dólares por parte de las empresas.

iha

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