General Motors frenó sus operaciones en Venezuela después de que las autoridades tomaron el control de su única planta en el país, acción que según la firma constituye un embargo ilegal de sus activos, informó la empresa el jueves.

La planta fue confiscada el miércoles mientras manifestantes que protestan contra el gobierno se enfrentaban con las autoridades en un país repleto de problemas económicos como la escasez de alimentos e inflación de tres dígitos.

El fabricante de automóviles de Detroit dijo en un comunicado que otros activos —como los vehículos— fueron retirados de la planta, causando daño irreparable a la empresa.

GM dijo que la planta fue tomada sin tomar en cuenta su derecho al debido proceso. La compañía agregó que se defenderá legalmente y confía en que la justicia prevalecerá.

GM tiene alrededor de 2.700 trabajadores en Venezuela, donde ha sido líder del mercado por más de 35 años.

La empresa tiene 79 concesionarios que emplean a 3.900 personas y sus abastecedores de refacciones integran más de la mitad del mercado de autopartes de Venezuela, según la compañía.

Si el gobierno lo permite, los trabajadores recibirán prestaciones de separación "debido a la terminación de la relación laboral por causas que rebasan al control de las partes", señaló GM en un comunicado.

Los concesionarios continuarán dando servicio a los vehículos y proveyendo refacciones, señaló la compañía.

GM ha tenido problemas de ingresos en Venezuela durante años. En el segundo trimestre de 2015, la compañía asumió un cargo de 720 millones de dólares por devaluación de la moneda y devaluación de activos debido al deterioro económico del país.

Las operaciones de GM en Sudamérica, que incluyen a Venezuela, representan una porción relativamente pequeña de los ingresos y ventas de la compañía.

El año pasado, la empresa perdió 400 millones de dólares antes de impuestos en Sudamérica, pero en conjunto tuvo ganancias antes de impuestos por 12.500 millones de dólares. GM comercializó poco más de 583.000 vehículos el año pasado en la región, el 6% de sus ventas totales.

En su informe de ganancias del último trimestre de 2016, la compañía dijo que su región sudamericana "afronta diversas dificultades en los planos macroeconómico y político".

Las compañías han reducido operaciones en Venezuela debido a una inflación sin control y estrictos controles cambiarios. En mayo, el fabricante de neumáticos Bridgestone vendió su negocio después de seis décadas de funcionar en el país.

Bridgestone ingresó en la lista de multinacionales extranjeras como Halliburton, Ford Motor y Procter & Gamble que redujeron el ritmo de sus actividades o abandonaron sus inversiones en Venezuela.

Las acciones de General Motors Co. tuvieron una ligera subida en las operaciones previas a la apertura del mercado bursátil.

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