Héctor Hernández-Pons, presidente del consejo de administración y director general de Grupo Herdez, reconoció que la corrupción es uno de los mayores cánceres en México y consideró que es necesario atacarla para resolver otros problemas en la sociedad.

El empresario también habló sobre la desigualdad, la pobreza, los efectos del recorte presupuestal y los recientes conflictos magisteriales en Chiapas y Oaxaca.

En temas de desigualdad y distribución de riqueza, ¿cómo percibe a la clase empresarial en México?, ¿son sensibles o están alejados de la pobreza y la desigualdad?

—Yo participo en varios grupos empresariales, en donde en todos, sin excluir ningún grupo ni ninguna empresa, he visto un interés importante en el bienestar social. Todas las empresas, de todos los tamaños, están interesadas y tienen proyectos sociales que demuestran ese interés por la comunidad mexicana, sobre todo por la gente de escasos recursos.

Después de los escándalos de corrupción en diferentes niveles de gobierno, ¿cuál es su percepción de la clase política y cómo vive este tema en México?

—Algo muy benéfico para resolver muchos de los problemas que vienen desde hace años se está atacando con el sistema anticorrupción, ya nació, ya está ahí, con las redes sociales va a crecer. El tema de la corrupción es de los cánceres mayores en el país, pero atacándolo se solucionarán muchos otros problemas que existen no sólo en el terreno de la política, sino también en otros campos.

Especialistas han dicho que el recorte presupuestal afectaría el consumo, ¿cuál es su percepción para 2017?

—Sí será complicado, es una medicina amarga pero necesaria para el país, quizá el consumo se vea afectado, aunque creo que primero se verá afectado en otros rubros, pero en general al país le traerá consecuencias. En la medida que tengamos más visibilidad de los temas políticos como la elección de Estados Unidos y que podamos ver la forma en que el mercado se refuerce con un peso más sólido o tratados, tendremos más visibilidad.

Los conflictos en Oaxaca y Chiapas, ¿le afectaron?, ¿de cuánto fueron sus pérdidas?

—Sí definitivamente (nos afectaron).

Tenemos una planta en Chiapas y además tenemos operaciones en Oaxaca. La distribución de nuestros productos, nuestros clientes y sacar los productos de nuestras plantas, tuvo muchas repercusiones, muy costosas y definitivamente habría que ver una solución de otra forma y no bloqueando, no sólo a la industria sino también a las localidades que fueron los más afectados.

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