Los fabricantes de bicicletas mexicanos tuvieron un triste 2015. En total, tres empresas cerraron sus puertas o quebraron por diferentes causas, como el impacto de la competencia desleal de productos chinos, las compras a consignación hechas por cadenas de autoservicio que regresan el producto no vendido y la poca actividad física en los niños, explicaron representantes del sector.

Los tres fabricantes que salieron del mercado fueron Bicicletas Ozeki, Bicicletas Turbo y Giro Bicicletas, de acuerdo con la Asociación Nacional de Fabricantes de Bicicletas (Anafabi), organismo que agrupa a 12 de las 15 empresas en el país enfocadas a la producción de bicicletas, y representa 80% del mercado.

“El 2015 fue un año difícil y, con mucha tristeza, hemos visto que no contratamos más gente; al contrario, ya no requerimos empleados eventuales, los puestos de trabajo no se van reponiendo porque con las manos que tenemos debemos alcanzar a hacer lo demandado por el mercado”, explicó en entrevista Fernando Mejía, presidente de la asociación.

Las fuentes de empleos perdidas por el cierre de los tres fabricantes suman casi 600, lo que representa 12% de la plantilla del sector. En México, la industria de bicicletas genera cerca de 8 mil 500 empleos, de los cuales 5 mil son directos y 3 mil 500 indirectos, es decir, generados por terceros alrededor de la cadena productiva.

“El mercado tuvo un decremento en ventas de 50% de 2004 a 2014, y en ese lapso en cierres de empresas podemos sumar cinco, ya en total con las tres del año pasado”, precisó Mejía.

De acuerdo con datos de Anafabi, un total de un millón 500 mil bicicletas fueron comercializadas en 2015, y en términos de valores el monto aproximado ascendió a cerca de mil 500 millones de pesos. Las cifras no tuvieron ningún crecimiento y representan el mismo nivel en comparación con el año previo.

Múltiples obstáculos

Además de la competencia desleal de productos chinos que ha enfrentado el sector en los últimos años, una arista del problema radica en que 40% de las ventas se hace a través de tiendas de autoservicio, y todas las cadenas aplican el modelo conocido como ventas a consignación.

Este esquema consiste en pagar a productores sólo las bicicletas que se vendan y hacer la devolución de la mercancía no colocada, lo cual es visto como práctica abusiva por proveedores.

“A una de las empresas materialmente la hicieron quebrar. Los autoservicios se niegan a hacer compras en firme, ahora es a consignación; sólo aceptan este tipo de compras”, comentó.

Para Alberto Daniel Moreno, director de Grupo Línea 7, un pequeño fabricante de bicicletas con planta productiva en Tlalpan, las tendencias de los nuevos consumidores que buscan productos electrónicos y rehúyen a realizar actividades físicas abona a la problemática.

“Van a seguir cerrando fábricas y se seguirán perdiendo empleos; también desaparecerán fábricas chicas alrededor de ellos, por ejemplo, aquellos que suministran pintura o puños. Los medios y la industria debemos hacer campañas para promover el uso de la bicicleta”, añadió.

En México todavía existe potencial en el uso y compra de bicicletas, de acuerdo con cifras de Euromonitor International. En 2014, 17.7% de los hogares mexicanos tenía una bicicleta y la expectativa para los próximos cinco años (2019) prevé una penetración de 19.40%. A nivel mundial la penetración fue de 50.6% en 2014.

Compra ventajosa

Otro de los problemas que enfrentan los empresarios mexicanos de bicicletas es la compra hecha por las cadenas de autoservicios a proveedores chinos, a quienes se compra en firme, es decir con cartas de crédito o de contado, lo que pone a competir en terrenos distintos a los fabricantes nacionales, explicó Fernando Mejía.

“Ahora también los autoservicios importan las bicicletas de manera directa desde hace dos años. Obviamente, a los proveedores chinos no les regresan las bicicletas, eso nos pone en desigualdad de condiciones”, advirtió.

“Queremos jugar en la misma cancha. Si a los extranjeros les pagan con carta de crédito, al nacional también, así ambos asumimos el riesgo, garantías y todo lo que es el negocio”, agregó.

Miguel Ángel Martín, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju), coincidió en que debe de existir una política de bien común para el mercado mexicano de bicicletas, integrado por diferentes actores como comercializadores y fabricantes.

“Debe de haber una ética de respeto, hay prácticas que no son sanas para la economía nacional, incluso es necesario sentarse autoridades, distribuidores y fabricantes en una mesa juntos para no estar echándose la culpa.

“Si compras a China con una carta de crédito y todo al contado, ¿por qué no tratas al empresario nacional con las mismas reglas? Es razonable que las empresas quieran utilidad, pero se debe buscar el beneficio para ambos y no sólo para una empresa”, abundó Martín González.

Para el directivo, es posible que continúe el quiebre de empresas de bicicletas por las compras a consignación de los autoservicios y por la llegada ilegal de productos chinos.

Panorama sombrío

Para José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), la parte esencial del problema ha sido la importación de productos chinos a precios irrisorios durante la última década, lo que deriva en una inequidad en el trato a los proveedores mexicanos.

“Es necesario un piso parejo para las importaciones y el producto nacional, y además se debe analizar toda la cadena de productos chinos, porque estamos viendo componentes que hacen que tengan un precio más bajo”, agregó.

El especialista propone un programa de apoyo para productores de bicicletas que les permita hacer frente a la mercancía china y conservar los empleos. Cabe mencionar que México interpuso en diciembre de 2015 un arancel a las bicicletas chinas de 13.12 dólares por pieza.

Jorge Quiroga, director de la firma de consultoría Todo Retail, manifestó que las tiendas de autoservicios no realizan prácticas desleales o negativas con las compras a consignación y consideró que estas actividades son repercusiones de participar en una economía globalizada que obliga a tener precios competitivos, así como a pagar importaciones a crédito o de contado.

“El problema de los cierres fue porque el año pasado entró mucha producto de Asia y reventaron los precios”, comentó. Anticipó que el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) podría incrementar la competencia en este tipo de productos.

Se buscó a Walmart de México y Centroamérica para conocer su opinión del tema pero no se tuvo respuesta. La Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) tampoco dió un posicionamiento.

Para Víctor Loustalot, director general de la empresa Juguetrón, un alto porcentaje de juguetes comercializados en México es fabricado en China por empresas como Mattel, Hasbro, Spin Master y Bandai, pero las plantas productivas tienen altos estándares de calidad.

“También llega mucho juguete chino de mala calidad al mercado informal del país, pero creo que el consumidor mexicano ha cambiado sus hábitos de compras”, comentó al ser cuestionado sobre el impacto de la mercancía china en el territorio nacional.

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