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Algunas empresas mexicanas con contratos o deuda en dólares ya registran retrasos en pagos, sobre todo las que tienen ingresos en pesos y deben pagar en la divisa estadounidense, coincidieron especialistas.

Esta situación se confirmó en el primer semestre de 2015, coincidieron el CEO para América Latina de Coface, Bart Pattyn, y el presidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), Luis Roberto Abreu.

Dependiendo la empresa es el daño, explicó Abreu. No hay tanto problema con las exportadoras, pues compran bienes en dólares y reciben esa misma moneda por sus productos; sin embargo, hay otras a las que sí les impacta porque sus ingresos son en moneda nacional y tienen créditos en dólares con sus proveedores, detalló.

Hasta ahora el impacto no es tan grande, dijo, porque 75% de lo que se importa se incorpora a algún producto para luego exportarlo, añadió el representante en comercio exterior.

La volatilidad del peso frente al dólar seguirá en los próximos meses y pudiera llegar a una paridad de 17 pesos por divisa verde, aunque al último trimestre del año se prevé que baje.

Quienes más sufren por el actual tipo de cambio son “las empresas con obligaciones en moneda extranjera, como ocurre en toda América Latina, en donde las monedas se han depreciado mucho”, dijo Pattyn.

“Eso se ve en México y en países latinos, vemos el peso chileno, el peso colombiano y el real brasileño que se deprecian muy fuerte”, añadió.

El CEO para América Latina de Coface agregó que en México “la parte de la exportación va por buen camino, pero el gasto público por mal camino, porque hay contracción y el gasto privado tiene falta de confianza”.

El representante de la firma francesa aseguradora de ventas a crédito entre empresas dijo que “a causa de la baja de precios de materias primas y por el bajo nivel del gasto público y inversión de empresas, se reduce la liquidez y la situación empeora”.

Los siniestros crecieron desde octubre-noviembre del año pasado, y se ubican en un nivel alto, advirtió. Por las causas anteriores, las insolvencias de pago en el primer semestre de 2015 son más altas que hace un año, sobre todo en firmas de infraestructura.

Por el escenario económico que se espera para el segundo semestre, predijo que seguirán los problemas de las empresas para pagar créditos, y hasta 2016 prevé mejore la economía.

“Entramos en un círculo destructivo de que las cosas van mal y luego peor”, señaló. “Regularmente estas situaciones tarda en revertirse de 2 a 18 meses, dependiendo de la magnitud de la situación económica, y en este caso se espera que sea a inicios de 2016 cuando mejore el panorama”.

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