MADRID.—La fusión entre Ferroatlántica y Globe ha llegado hasta los juzgados de Estados Unidos. El Grupo Villar Mir tendrá que enfrentarse a cuatro demandas que reclaman una mayor valoración de la compañía estadounidense en un juzgado de Delaware.

Entre los demandantes figuran el ayuntamiento de Providence (capital de Rhode Island), así como el fondo de pensiones International Union of Operating Engineers Local y dos accionistas minoritarios, Edward Fraser y Michael Cirillo.

Según el texto de la demanda, al que tuvo acceso este diario, el ayuntamiento demandante —accionista de Globe— considera que el consejo de la compañía ha negociado la operación pensando en sus intereses personales y dejando a un lado los de sus accionistas.

Para ello, destacan el hecho de la permanencia en la gestión de la nueva compañía de al menos cuatro consejeros por un tiempo indeterminado y añaden que el presidente de Globe Metal, Alan Kestenbaum, podría acabar llevándose un bono de 26 millones de dólares al continuar como presidente ejecutivo.

El directivo estadounidense, que posee 12% del capital de Globe, sirve en opinión del municipio como freno para otras operaciones, al haber pactado la venta de sus acciones al grupo Ferroatlántica, pese a que la compañía tenía otras dos opciones con las que había mantenido contactos.

Kestenbaum, de hecho, aceptó negociar con Villar Mir en una reunión en el complejo de Mayakoba en México el 19 de noviembre de 2014, en la que el español le ofreció la presidencia del grupo resultante.

La demanda además insiste en que 43% del capital del grupo resultante es una cantidad insuficiente para los accionistas de Globe, mientras Ferroatlántica, por su parte, aseguró a este diario que “se trata de una práctica habitual la interposición de demandas de esta naturaleza cuando se formalizan acuerdos de fusión entre empresas, por lo que nuestra intención es poner de manifiesto con toda transparencia las numerosas ventajas que la misma presenta para los accionistas”.

Reparto de poder

Por otro lado, el Grupo Villar Mir cerró a finales del pasado mes de abril el reparto de poder del nuevo grupo tras fijar las condiciones con su actual presidente Kestenbaum, con el que además ha cerrado un acuerdo compensatorio para la venta de sus acciones si finalmente las autoridades fiscales no califican como reordenación societaria la fusión entre ambas empresas.

Ferroatlántica ha aceptado que el actual presidente de Globe siga al frente del grupo resultante, pese a que 57% del capital estará en manos de la compañía española.

Según fuentes consultadas por este diario, la compañía nombrará al consejero delegado del Grupo Villar Mir, Javier López Madrid, como nuevo vicepresidente ejecutivo del grupo.

El actual presidente y consejero delegado de Ferroatlántica, Pedro Larrea, pasará a ser consejero delegado, en una responsabilidad que compartirá con el actual primer ejecutivo de Globe, Jeff Solomon.

Según el acuerdo alcanzado entre las partes, si el presidente de Globe abandonara su cargo en los próximos tres años, la elección de un nuevo presidente estaría ya en manos de Villar Mir.

La operación, además, está siendo analizada por las autoridades de competencia tanto de Estados Unidos como de Sudáfrica.

El pasado 11 de mayo, el Departamento de Justicia de EU pidió más información para poder otorgar la autorización de la Hard Scott Rodino, lo que supone que el proceso se puede prolongar al menos 30 días más.

La operación ha recibido ya el visto bueno del organismo de competencia alemán y el español rechazó directamente la necesidad de analizarlo.

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