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Los cambios en materia tributaria aprobados en los últimos años se tradujeron en una alta carga para las empresas, además de que no atrae inversiones y limita los beneficios a algunos cuantos, comentó el presidente del Comité de Asuntos Fiscales de American Chamber México (AmCham), Fred Barrett, en entrevista con EL UNIVERSAL

Si se suman todos los impuestos laborales, sobre la renta, al valor agregado, entre otros, “estamos en una tasa de 50%, por arriba del promedio de 40% a nivel mundial”.

“México de por sí es caro para operar si se compara a nivel global, y eso hace que con los acuerdos de libre comercio, sea más fácil moverte a otro país donde cueste menos operar. Se puede mover una fábrica a Centroamérica o a otros lugares”, advirtió el presidente de AmCham.

Explicó que la falta de deducibilidad de las inversiones tampoco genera atractivo, porque sólo se permite deducir a las empresas de ciertos sectores, siempre y cuando sean pequeñas o medianas.

“Nos hubiera gustado que fuera una ley que promoviera más la inversión en México, que quizá se extendiera la deducción inmediata para inversiones, no sólo limitada a ciertas industrias y montos. La ley anterior promovía más inversiones y permitía invertir más”, aseguró.

La falta de deducibilidad total de las prestaciones salariales resta también atractivo al país, dijo, porque sigue acotándose a 57%.

“Los miembros de AmCham queremos pagar impuestos, pero queremos que se simplifique el cumplimiento y que haya transparencia en la interpretación de las leyes y aplicación de éstas por parte de cuerpos judiciales, y que podamos tener incentivos que ayuden a incrementar el atractivo del país para que se invierta”, destacó.

Ello complementaría la ventaja natural de ser vecinos de Estados Unidos y ofrecer mano de obra barata, resaltó el directivo.

También hay otros pendientes como la devolución del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que genera problemas de flujo de efectivo de las empresas. “Se demora mucho y para los miembros de AmCham representa un costo real, porque si no se les devuelve el IVA, tienen que pedir prestado con intereses”.

Barret indicó que los empresarios afiliados al organismo enfrentan una doble tributación ante la no deducibilidad de los gastos a 100%, ya que desde la Ley de Ingresos de 2014, muchos bienes y servicios provocaron desfases en el pago de impuestos pues se debe postergar para los próximos años.

Sobre la repatriación de capitales, expuso que en el método aprobado en la Ley de Ingresos de la Federación 2016 se determinó que para hacer efectiva la reducción de recargos se tiene que hacer público el nombre de los contribuyentes a los que se condonarán las multas, y eso no gusta a muchas personas.

“La repatriación de capitales no es atractiva porque no reducen la tasa impositiva. Eliminan la multa y recargos, pero se tendría que publicar el nombre de la persona, y hay quienes por cuestiones de seguridad no les gustaría”, dijo.

Fred Barrett mencionó que en algunos países se aplica una amnistía para la repatriación de capitales, lo que incluye reducir la tasa impositiva. Sin embargo, con el acuerdo que se tiene entre México y Estados Unidos para intercambiar información fiscal, llamado Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas en el Extranjero (FATCA), va a haber muchas personas que querrán autocorregirse.

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