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La probabilidad de que en agosto se mantenga la inflación al alza por diversas presiones que hay sobre los precios de algunos bienes y servicios provocará que el indicador rebase la tasa de 6% en 2017, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

Con la alerta de que puede depreciarse el peso frente al dólar, dependiendo de la incertidumbre que se genere en los mercados por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

“Es probable que en agosto se sigan resintiendo efectos estacionales que lleven a la inflación a un nuevo máximo en los últimos nueve años, los cuales se relacionan con el inicio del nuevo ciclo escolar, de tal forma que, como cada año, habrá ajustes en los precios de rubros vinculados con la educación, como colegiaturas, material escolar y uniformes”, dijeron los economistas del CEESP.

La situación provocará que la inflación sea mayor y se aleje ligeramente de 6%, para llegar a 6.05%, estimación promedio de los especialistas del sector privado, aseguraron.

Además de los efectos externos e internos, el alza de precios tuvo también una incidencia cíclica que ayudó a que no se elevaran las expectativas inflacionarias más allá de lo estadísticamente probable.

Consideraron que los factores cíclicos pueden permitir que los precios no sigan al alza y, al contrario, pudieran contribuir a un descenso del ritmo de crecimiento inflacionario.

“A pesar de del incremento de los precios de los combustibles y otras tarifas públicas a principios del año, así como de la volatilidad que han tenido los precios de agropecuarios y el efecto de la debilidad de la moneda, llama la atención que las expectativas inflacionarias no se hayan elevado significativamente”, dijeron.

En contraste, el tipo de cambio peso-dólar puede afectar el indicador de precios al productor y ello pudiera provocar presiones en los precios al consumidor.

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