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México retrocedió tres sitios en el Reporte Anual de Competitividad Mundial 2017, que elaboró el Centro de Competitividad Mundial del instituto suizo IMD, para ubicarse en la posición 48 de un total de 63 países evaluados, lo que significó su nivel más bajo en los últimos años.

La economía mexicana acumuló una pérdida en lo que va del sexenio de 16 lugares, ya que de 2013 a 2017 descendió de la posición 32 a la 48 en las mediciones de la institución.

El país empeoró en tres de los cuatro factores que agrupan 261 indicadores en comparación con los resultados del año pasado.

En desempeño económico bajó del lugar 23 al 30; en eficiencia del gobierno pasó del 46 al 51, y en infraestructura, del 53 al 55.

Solamente en eficiencia en negocios subió del lugar 42 al 36.

Los indicadores que registran una baja calificación “todos son de desigualdad social y todos están bajos. Es preocupante que preguntamos si hay conciencia de la necesidad de hacer cambios sociales en México, y pareciera que el gobierno y el sector privado no tienen conciencia de lo que se requiere”, afirmó el economista senior del IMD, José Caballero.

Las peores calificaciones, de acuerdo con el reporte, se obtuvieron en indicadores como matriculación al nivel secundaria, en la posición 63; porcentaje de alumnos por maestro, 60; concentración de exportaciones por socio, 62; exportaciones de servicios, 61; transparencia, 60; homicidio, 59; corrupción y sobornos, 59; justicia, 58; flujos de inversión extranjera directa, 59; problemas de contaminación, 59; seguridad cibernética, 59; movilidad estudiantil, 58, y desigualdad, 57.

La inseguridad no fue el indicador que provocó la caída de México, porque es un problema que siempre ha estado. El subindicador que más impactó fue la percepción de la justicia, las oportunidades para la gente y la desigualdad. “Hay más problemas a nivel institucional, ahí se dan las mayores caídas”, añadió Caballero.

Otro de los retos para la economía mexicana que afectan la percepción de los encuestados fue la posibilidad de que se modifique la relación entre México y Estados Unidos, la implementación de las reformas estructurales, sobre todo la educativa, fiscal y energética, así como tener un mayor crecimiento económico, mejorar el ambiente de negocios y promover más la inversión.

En cuanto a los avances, México se ubicó en los mejores lugares en horas laboradas, en el lugar 2; tasa de desempleo para jóvenes, 7; grandes corporativos, 7; promedio de edad de la sociedad, 8; índice de costo de vida, 8; remuneración de servicios profesionales, 9, y tasa de desempleo, 10.

Efecto Trump. El cambio de administración estadounidense provocó que Estados Unidos quedara fuera de los tres primeros lugares y bajara al cuarto sitio, por la percepción que existe de efectos negativos que se tendrán, además de que existe el riesgo de que haya un “desastre” si el presidente Donald Trump cumple sus compromisos de campaña, dijo Caballero.

En el ranking de competitividad, Estados Unidos retrocedió del tercero al cuarto sitio, con lo que Hong Kong, Suiza y Singapur quedaron en los tres primeros lugares.

Caballero explicó que hay incertidumbre por el rumbo que seguirá la administración estadounidense y los efectos que tendrán sus políticas.

“Si cumple el presidente de EU todas sus promesas, el impacto será fuerte para la competitividad de Estados Unidos, los socios del TLCAN y los países de América Latina”.

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