Una vez concluida la primera fase de prospección entre los candidatos a realizar una eventual fusión con el Popular, es Bankia, contra pronóstico, la que se perfila como mejor situada para hacerse con el control de la entidad que preside Emilio Saracho.

Según señalan fuentes financieras, el interés recibido por la banca nacional, una vez que los cinco principales competidores accedieran a sus datos sensibles, ha quedado limitado a un par de ofertas no vinculantes que proceden de Bankia y de Santander.

La ausencia de ayudas para protegerse frente a eventuales quebrantos en caso de litigios por las cuentas presentadas antes de acometer la última ampliación de capital, ha enfriado sustancialmente las expectativas del sector, que temen que esta contingencia acabe por romper los cálculos de riesgos, sinergias y valoración de negocios.

Por otro lado, a estas alturas del proceso, si bien Economía no quiere oír hablar de la concesión de nuevas ayudas públicas a la banca, sí ha favorecido que Bankia, de la que el Estado aún conserva 66%, haya presentado una oferta por el Popular.

Guindos quiere tener un camino resuelto para el banco, de tal manera que de fallar los planes de ampliación, o de venta a otra gran entidad, siempre esté disponible la opción de Bankia.

Un banco que ha pasado de ser el patito feo del sector, a salir con éxito de la reestructuración cinco años después y en disposición de jugar fuerte en el sector doméstico.

Santander, según afirman estas mismas fuentes, habría presentado también una oferta no vinculante, pero cuyo importe hace pensar que su interés por la entidad que preside Saracho es bastante limitado.

El consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, afirmó en la última presentación de resultados de la entidad que para que se pudiera contemplar una adquisición del Popular, o de cualquier otra entidad nacional, la operación le debería reportar rentabilidades de entre 15% o 16%.

En la corta lista de bancos que han presentado sus ofertas falta BBVA, que ha rechazado desvelar su posición, pero fuentes del mercado dicen que finalmente no ha presentado propuesta.

Esto no quiere decir que se queda definitivamente fuera del proceso, pues podría retomar su participación en cualquier momento (se espera que el proceso concluya el 10 de junio), pero es un síntoma de la preocupación del sector ante la falta de red por las posibles complicaciones legales del Popular.

BBVA se quedó al margen de la Sareb en 2012, al no percibir que fuera beneficioso para sus accionistas y para el banco, a pesar de las presiones que el Ministerio de Economía generalizó entre los bancos saneados del sistema.

Bankia es una entidad con mejor ratio de capital, aunque éstos se alterarán cuando aborde su fusión con BMN. Esta es una de las razones (la otra es el poco peso de sus activos inmobiliarios, casi inexistentes tras traspasar el grueso a la Sareb) para verse con más opciones para quedarse con el Popular.

Sin embargo, y a pesar de que Bankia podría ser una de las entidades en generar más sinergias con el Popular, no se augura una digestión sencilla. Según la mayoría de la banca de inversión, el Popular tiene un déficit de capital de 4 mil millones de euros, mientras el exceso de Bankia sobre su objetivo se sitúa en torno a los mil 500 millones.

El Popular celebra hoy el primer consejo tras la recepción de las ofertas y aunque no es el tema principal para el que se convocó, se analizará el interés recibido.

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