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En 2018, el tipo de cambio volverá a ser la variable de ajuste de las finanzas públicas ante el escaso margen de maniobra y más en un contexto en el cual el gobierno federal quedará en desventaja frente a la reforma fiscal que se está preparando en Estados Unidos.

Se espera que sea un plan agresivo al incluir una baja en tasas impositivas y creación de un impuesto fronterizo que pondrá en aprietos a las finanzas públicas, porque México no podrá responder de la misma manera en un año de elecciones presidenciales, advirtió el director de Estrategias de Mercado de Finamex, Guillermo Aboumrad.

En entrevista con EL UNIVERSAL habló sobre lo que se puede esperar en los PreCriterios de Política Económica 2018 que entregará la Secretaría de Hacienda antes del 1 de abril al Congreso de la Unión.

“Vemos que las finanzas públicas están suficientemente apretadas como para hacer más recortes al gasto; vemos difícil que hagan un recorte adicional en 2018”, dijo.

Por eso mover el tipo de cambio servirá para obtener mayores ingresos como con el paquete económico de 2016, a diferencia de años anteriores usando el petróleo.

Lo anterior a pesar de que se estima que el remanente de operación del Banco de México puede ser de 400 mil millones de pesos, y una parte se entregue al gobierno federal para reducir la deuda.

Guillermo Aboumrad afirmó que 2018 será complicado porque va a seguir la incertidumbre respecto al Tratado de Libre Comercio.

Pensamos que la negociación no terminará este año y va a ser hasta 2018 cuando concluya y posiblemente se junte con los tiempos políticos, y eso va a crear más incertidumbre y preocupa que afecte los proyectos de inversión, que ha estado disminuyendo desde 2016, y pensamos que es va a ser la historia de 2017 y posiblemente 2018, lo cual afecta la capacidad de crecimiento de la economía hacia delante.

El director de Estrategias de Mercado de la casa de bolsa Finamex mencionó que a lo anterior habrá que agregarle el impacto que tendrá sobre el consumo interno la inflación alta y el aumento de tasas de interés como consecuencia de una política monetaria más restrictiva.

Estimó que el Producto Interno Bruto puede crecer 1.5% en 2017 y 2.2% para 2018, que son avances muy bajos en los dos años. Por eso advirtió que existe el riesgo de una baja en la nota de México.

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