El Dow Jones de Industriales hizo hoy historia en Wall Street al llegar por primera vez a los 20.000 puntos, una marca psicológica que, sin embargo, tiene pocos efectos para las operaciones del parqué neoyorquino.

 

El Dow Jones, que estuvo acariciando los 20.000 puntos en diciembre pasado, finalmente conquistó esa marca justo al comienzo de la sesión de hoy y pudo mantener el pulso durante toda la jornada, hasta terminarla con 20.068,51 puntos.

 

"El nivel de 20.000 puntos del Dow es más psicológico que práctico para nuestro proceso de inversiones", afirmó hoy el director de investigaciones de la firma FBB Capital Partners, Mike Bailey.

 

"Aun así -agregó- la marca puede convertirse en un catalizador que anime a más inversores minoristas".

 

El Dow Jones de Industriales, que opera con ese nombre desde 1896, tocó por primera vez los 10.000 puntos en 1999, pero la tendencia a partir de ese nivel solo se consolidó 10 años después, tras superar el mercado la llamada "burbuja tecnológica".

 

El Dow Jones cerró 2015 con 17.425,03 puntos, pero el 11 de febrero del año pasado alcanzó el mínimo anual al cierre de 15.660,18 unidades, un nivel que se ha ido superando en los últimos meses, con un fuerte impulso en las últimas semanas.

 

Ese indicador y los otros principales índices del mercado han entrado en una ola de récords desde que el republicano Donald Trump ganara las elecciones presidenciales estadounidenses del 8 de noviembre.

 

No están tan lejanos los 19.000 enteros, que se tocaron por primera vez el pasado 22 noviembre, fruto de los avances bursátiles que fueron bautizados como el "impulso Trump".

 

"Normalmente le toma 24 meses al Dow Jones superar mil puntos. Ahora lo hemos hecho en dos meses", afirmó hoy el jefe de estrategia de inversión de la firma CFRA, Sam Stovall.

 

El avance reciente que ha permitido al Dow Jones llegar a los 20.000 puntos parte de una serie de subidas que se han venido produciendo en el parqué neoyorquino desde hace tiempo, antes inclusive de las elecciones del 8 de noviembre.

 

Por un lado, los analistas destacan la época de bajas tasas de interés en EU y otras naciones industrializadas, de lo que se están aprovechando los mercados bursátiles, y especialmente el neoyorquino.

 

Unido a ello, las empresas están realizando reducciones de costes en sus operaciones y suelen aplicar acciones de "ingeniería financiera" para impulsar sus ganancias, lo que a la larga beneficia el valor de sus títulos.

 

Además, las preocupaciones que hace dos años había sobre la economía china y europea parece que, en principio, se han superado, por lo que el mercado está más agresivo que entonces, y los operadores se mueven con menos preocupaciones macroeconómicas.

 

A todo ello se han unido las decisiones anunciadas por Trump desde que llegó a la Casa Blanca, el pasado viernes, y un mensaje que, en principio, coincide con algunos de los temas que ha venido pidiendo el mundo de las finanzas de Estados Unidos.

 

El mercado espera que en los próximos meses Trump avance en sus promesas sobre la flexibilidad de la regulación financiera actual y apruebe una reforma tributaria que puede llegar a beneficiar a las empresas por la reducción en la carga fiscal de sus beneficios.

 

La marca de los 20.000 alcanzada hoy por el Dow Jones se registró en una sesión de avances bursátiles extendidos a casi todos los sectores, con récords adicionales en los otros dos indicadores del mercado, el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del Nasdaq.

 

Pero los operadores del parqué, en el fondo, están muy ajenos a estas marcas psicológicas, especialmente del Dow Jones, a pesar de la gran popularidad que tiene.

 

Art Cashin, uno de los operadores más veteranos, que estaba operando hoy con una gorra con la inscripción "Dow 20.000", llegó a calificar ese tema como una "obsesión que siguen minuto a minuto los medios de comunicación".

 

"Probablemente sea primera página de cualquier periódico", afirmó hoy Cashin a la cadena financiera CNBC, con cierto desdén hacia la conquista de la marca en ese indicador centenario.

 

Y es que muchos operadores y firmas de inversión, de hecho, se guían más por el S&P 500, ya que consideran que es más amplio (500 firmas seleccionadas, frente a las 30 del Dow Jones) y creen que refleja mejor el ánimo del mercado.

 

Informes sobre las perspectivas del mercado bursátil como el difundido hoy por la firma Merrill Lynch, por ejemplo, ignora el Dow Jones y se centra en la evolución del S&P 500, que calcula terminará el año con 2.300 puntos, cerca de nivel actual. 

tcm

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