Davos, Suiza.— Las políticas macroeconómicas basadas en el proteccionismo que el presidente electo de Estados Unidos (EU), Donald Trump, pretende implementar “fracasarán”, consideró el Premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz.

“Su política no funcionará, estoy seguro”, declaró el economista, quien participó en el 47 Foro Económico Mundial, que se celebra en Davos.

Trump “no entiende verdaderamente que sus políticas macroeconómicas van a conducir a una agravación del déficit comercial”, alertó.

“Puede recuperar miles de empleos golpeando sin cesar a las empresas, pero desde un punto de vista macroeconómico no tendrá éxito”, insistió.

Las consideraciones de Stiglitz se dan en referencia a las amenazas que Trump ha dirigido a automotrices de su país con plantas instaladas en México y otros territorios.

Stiglitz se preguntó si Trump “desea una guerra comercial”, tras señalar que EU exporta hacia México, China y Alemania, países a los que ha amenazado con tasar sus envíos.

En tono de broma, afirmó estar ansioso de que Donald Trump tome protesta “para ver lo que aportará ese nuevo espectáculo”.

Brexit tiene causa económica. El escepticismo y frustración por el que atraviesa el proyecto europeo, cuyo mayor exponente es el Brexit, tiene su origen en causas económicas, coincidieron expertos durante el Foro.

El desapego y rechazo que provoca la idea de Europa centró el debate en el que además de Stiglitz participaron el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici; la presidenta de la energética italiana Eni, Emma Marcegaglia; y el secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos, Luca Visentini.

Destacaron la elevada tasa de paro, los recortes sociales y la caída de los ingresos tras la crisis de los últimos años como los factores que han hecho arraigar sentimientos antieuropeos y florecer movimientos populistas.

Moscovici recordó la frase que se hizo famosa durante la campaña electoral de 1992 en Estados Unidos, “¡Es la economía, estúpido!”, que Bill Clinton utilizó contra George Bush y que le dio finalmente la victoria.

Indicó que la gente siente que se ha convertido en perdedora y hay una rabia generalizada frente a los efectos de la crisis.

Para colmo, la Comisión Europea (CE) se percibe como “una elite innecesaria a la que nadie cree”.

En vez de “estar orgullosos de ser europeos”, lo que hay en la calle es la propagación de un discurso populista del que no se libra ningún país y que es especialmente grave en Francia, donde hay una posibilidad real de que el ultraderechista Frente Nacional acceda a la presidencia.

Stiglitz avaló los argumentos de Moscovici, pero no ocultó su “euroescepticismo” cuando puso en duda que la moneda única europea, “que no es más que un trozo de papel”, sobreviva otra década o cuando preguntó si en 10 años la UE estará integrada “por más o menos 28 miembros”.

En opinión de Stiglitz, Europa no lo ha hecho bien y se ha dotado de unas instituciones “muy rígidas” que no han actuado frente a la crisis.

Dijo que en algunos casos los ajustes han provocado “tantos problemas como pretendían solucionar”, como fue en España, donde las reformas la “llevaron al borde de recesión”.

Pero en EU “ha sido aún peor que en Europa”, consideró, de ahí “la victoria de Trump”, con verdaderas razones para el enfado, después de que los ingresos de la clase trabajadora cayeron a niveles de hace décadas.

Marcegaglia destacó su temor a las políticas que aplique Trump. Su mayor preocupación es que Europa, que representa un 27% del PIB mundial y un 40% del gasto total en protección social, tenga un déficit de cinco millones de empleos.

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