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La próxima administración del gobierno de Veracruz va a enfrentar el reto de superar el bajo crecimiento económico, la escasa generación de empleo, así como los altos índices de pobreza e inseguridad.

Durante los últimos cinco años, el incremento de su PIB fue de tan sólo 1.4% promedio al año, inferior a la media nacional de 2.8% y el más bajo entre las 12 entidades donde se van a llevar a cabo elecciones para gobernador el 5 de junio.

En términos económicos, van tres años donde la economía de Veracruz ha estado estancada.

En 2013 cayó 0.3%, en 2014 no creció, y en 2015 avanzó apenas 0.2%. “Esto ha repercutido en la generación de empleo y parece que está inmerso en un círculo vicioso de no crecimiento, no empleo, no atracción de inversiones”, comentó Guillermina Rodríguez, coordinadora de análisis económico de Banamex.

El año pasado se perdieron 10 mil 511 empleos en el sector formal de la economía y en lo que va de los primeros cuatro meses de 2016 se han eliminado otras 6 mil 351 plazas, de acuerdo con el número de trabajadores afiliados al IMSS.

Estas cifras trajeron como consecuencia que el nivel de desempleo se ubicara en 3.7% en el primer trimestre de 2016 (115 mil personas), tasa ligeramente inferior a 4% nacional, pero esto se explica por la alta participación que tiene la informalidad laboral, donde se encuentra casi 70% de la fuerza de trabajo de la entidad.

Veracruz ha recibido por concepto de inversión extranjera directa poco más de 6 mil millones de dólares en los últimos cinco años, según datos de la Secretaría de Economía, cifra superior a los 2 mil 390 millones registrados en los primeros cinco años de la administración anterior, pero este flujo de capitales no se ha traducido en un mayor crecimiento económico y un mejor nivel de vida de la población.

“El problema del bajo crecimiento tiene que ver con la falta de reactivación de otros sectores que compensen la caía de la producción petrolera y petroquímica en la región. Actividades como la industria o los servicios, las actividades en el puerto o el turismo que pueden ser unos de los sectores que apuntalen a la economía no lo han hecho, la construcción tampoco le ha generado impulso a la entidad”, advirtió Rodríguez.

En 2015, la agricultura creció 3% pero las actividades secundarias cayeron 4.4% y los servicios crecieron 3.3%, pero en el resultado neto se tuvo un estancamiento de la economía, por la caída en las actividades industriales.

Además del estancamiento económico, Veracruz enfrenta problemas estructurales de altos niveles de pobreza e inseguridad. De 2012 a 2014 el porcentaje de la población en pobreza pasó de 52.6% a 58%, cifra superior al 34.8% de la media nacional, con lo que se ubica en el séptimo lugar entre los estados más pobres.

Además, la población en pobreza extrema creció de 14.3% a 17.2% para el mismo periodo, de acuerdo con datos de la Coneval.

La percepción de inseguridad en la entidad va en aumento. Durante 2015, 80.9% de la población adulta considera que vivir en la ciudad de Veracruz es inseguro, cuando el promedio es de 73.2% a marzo de este año.

Respecto a las finanzas públicas, el nuevo gobierno no va a tener una tarea fácil. Según datos más recientes de Hacienda, la deuda pública de la entidad fue de 45 mil 776 millones de pesos al primer trimestre, equivalente a 124.5% de sus ingresos por concepto de participaciones federales.

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