Aprovecharán aguacate para bioplásticos en Michoacán

sara.cantera@eluniversal.com.mx

El ingeniero químico Scott Munguía leyó un artículo sobre la generación de bioplásticos a base de maíz y recordó que el aguacate tiene una molécula similar a la del maíz, fue así como se le ocurrió hacer bioplásticos con la semilla del aguacate.

Con esta idea, Munguía fundó en 2012 la empresa Biofase, la primera productora de bioplásticos a base de semilla de aguacate en Monterrey, Nuevo León. Y en noviembre de este año abrirá su segunda planta en Morelia, Michoacán, con una inversión de 16.5 millones de pesos.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Munguía explicó que la planta utilizará sólo semillas de desecho de los productores locales de aguacate en Michoacán, nada de las casas o comercios.

“El proyecto inició a finales del año pasado cuando concluyó la segunda ronda de capitalización de la empresa. La planta consta de dos etapas: la más grande es la de extracción de los biopolímeros de la semilla del aguacate y la otra, la que hace la plastificación y generación de las resinas”.

“Ya estamos terminando de construir la parte de la extracción y estamos por comenzar la otra parte”, explicó.

La planta de Biofase le dará empleo a 35 personas y tendrá una capacidad de producción de 700 kilos de resina biodegradable cada hora.

Esta nueva fábrica multiplicará por 10 la actual capacidad de producción de la empresa de 70 toneladas mensuales en sus instalaciones en Monterrey, Nuevo León.

Además, la planta de Michoacán ya fabricará resina 100% compostable.

“Ya se van a enterrar los productos en el suelo y se van a degradar por completo en la tierra”, agregó Munguía.

En Nuevo León, Biofase fabrica resina para la elaboración de bolsas, platos y cucharas desechables, pero también se puede utilizar para hacer cualquier pieza de plástico de mayor tamaño o resistencia.

De hecho, la empresa ya creó la división de negocios de productos especializados donde se puede adaptar a los requerimientos de empresas más grandes de consumo como los supermercados o tiendas tipo Oxxo para hacerles bolsas, tapas de cualquier tipo o los empaques.

“Para las empresas grandes que tienen un volumen de piezas lo suficientemente grande, podemos diseñar y fabricar moldes de plástico y fabricar las piezas para ellos mismos”.

“Hay mucho interés por generar productos especialmente diseñados para ellos como tapias, popotes, cubiertos, platos, todo de bioplástico con su marca y biodegradable. Además, no van a invertir un solo peso en generar una imagen de responsabilidad ambiental”, detalló Munguía.

Precio. Biofase puede comercializar la resina a base de semilla de aguacate casi al mismo precio que la resina virgen proveniente del petróleo gracias a la abundancia de su materia prima.

“Todas las resinas de bioplástico en el mundo son más caras que las del petróleo, nosotros con nuestra tecnología estamos ofreciendo, por primera vez, el mismo precio estándar de mil 600 dólares por tonelada”, indicó Munguía.

Para la empresa el costo de las semillas de aguacate es prácticamente nulo, pues en Michoacán se desechan 300 mil toneladas anuales de hueso de aguacate, ya que el estado produce más de la mitad del aguacate del mundo.

“Hay muchas empresas dedicadas a la industrialización del aguacate como aceiteras y guacamoleras, para ellos es un costo desechar la semilla, pero nosotros reducimos el costo de la gestión de los residuos y aprovechamos la materia prima”, comentó Munguía.

Patentado. El proceso de fabricación del biopolímero de Biofase está patentado en México y Estados Unidos.

“El año pasado, se hizo un ranking de las 5 mejores tecnologías a nivel mundial en bioplástico y la de nosotros quedó como la segunda más innovadora a nivel mundial”, destacó Munguía.

Biofase nació en 2012 y su resina no sólo se aprovecha para la fabricación de desechables también se puede usar por cualquier empresa de transformación de plástico con máquinas de inyección, termoformadoras o extrusoras.

El año pasado, las ventas de la compañía crecieron 600% y la unidad de Nuevo León ya llegó a su máxima capacidad, por lo que ya necesitan echar a andar su segunda planta.