ÁFRICA SEMPRÚN / CIUDAD DE MÉXICO

Los Reyes de España están de visita oficial en México y los empresarios españoles no han querido perderse la oportunidad de acompañarles en su viaje y así estrechar más los lazos con un país que, según Juan Rosell, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), es “clave para las firmas españolas, tanto por volumen de mercado como por las inversiones que llevamos hechas aquí”, (50 mil millones de dólares desde 1999).

El líder de la patronal de los empresarios, que encabeza una comitiva a la que se han sumado multinacionales como Endesa, Iberdrola, Gas Natural o Técnicas Reunidas, no duda en destacar las oportunidades que las firmas españolas tienen en el país azteca, sobre todo en el área de las infraestructuras, y de aplaudir la creciente presencia de los grupos mexicanos en la Península.

Pero, no todo son buenas noticias en el mundo de los negocios. La sombra de la corrupción planea sobre todos los mercados, convirtiéndose en “un mal endémico que hay que acorralar y castigar”, tal y como asegura el también consejero de Gas Natural en una entrevista con este diario pocas horas después de aterrizar en la ciudad de México y de realizar una visita obligada a las pirámides de Teotihuacán.

La inversión de las empresas mexicanas en España se ha disparado, ¿seguirá creciendo en 2015?

—Sí, sin duda. Hemos entrado en una dinámica en la que las grandes empresas mexicanas se han dado cuenta de que Europa es un mercado importante y de que España es el país por el que tienen que pasar para expandirse por él. Actualmente, el 70% de las exportaciones de México van a Estados Unidos, por lo que es tremendamente positivo que miren a Europa y a los países del Norte de África para diversificar.

Además, a nivel institucional, México está desarrollando un trabajo intensísimo en España a través de Proméxico con nuestras asociaciones territoriales para atraer inversiones a México y hacer venir a las empresas mexicanas a España.

¿El sector de la construcción mexicano va a seguir los pasos de Carlos Slim y va a entrar en el mercado o en empresas españolas?

—Yo creo que sí. Y lo mismo desde el punto de vista español. Ahora se abre una segunda etapa en la que se van realizar joint ventures, o alianzas estratégicas entre firmas mexicanas y españolas para entrar en el mercado de las infraestructuras en Latinoamérica, al que le queda mucho por hacer.

Las empresas mexicanas han ganado en calidad de una manera muy importante, y eso las hace muy atractivas para ser compañeras de viaje en ese gran mercado latinoamericano.

¿Hay alguna alianza concreta?

—Hay muchas encima de la mesa en este momento, pero nosotros no somos quienes tenemos que decir eso.

¿Serían acuerdos como el que acaba de firmar Carso con FCC para pujar por proyectos en América?

—Sí, sí, exacto. Pero también incluye a las empresas pequeñas y medianas, no sólo para los gigantes.

Muchas empresas españolas como Abengoa, Técnicas Reunidas, Sabadell, Santander o Gas Natural han decidido acompañar a los Reyes en su primer viaje oficial a México. ¿Dónde están ahora las oportunidades para ellas?

—En México, lo que más interesa a las empresas españolas son las oportunidades que hay para desarrollar infraestructuras de todo tipo. Toda América Latina necesita hacer mucho, y de esto sabemos. A su vez, uno de los temas importantes de México es la necesidad de potencia eléctrica a instalar, faltan muchos megavatios y después mucho transporte desde donde generas la energía hasta la propia distribución. También hay oportunidades para potenciar las prospecciones petrolíferas y aumentar la producción petrolera, que últimamente ha caído mucho porque el gran pozo de Pemex ya está viejo.

En cuanto a la energía, el Gobierno de México acaba de anunciar proyectos para construir gasoductos por más de 8.000 millones de euros. ¿Gas Natural va a pujar?

—Tanto Gas Natural como Iberdrola son empresas con una buena presencia en México, por lo tanto ya se conocen el país y están a la expectativa de lo que pase con las licitaciones. La liberación eléctrica ya ha empezado y ahora hay que ver cómo. Cualquier inversión eléctrica implica mucho dinero y todo el mundo va a ser muy cauto.

Hablando de las licitaciones públicas, no puedo dejar de preguntarle por los problemas que tiene OHL México con los pinchazos telefónicos y las acusaciones de corrupción, así como el caso Petrobras...

—Desgraciadamente, la corrupción es un mal existente en todos los países. Miras en España los periódicos y es un desastre. Los miras en Brasil, y otro desastre. El objetivo es mejorar la gobernanza de las empresas y también conseguir que los que administran sean más responsables.

Hay que arreglar esto por la vía del convencimiento y la vía de la penalización, el que la hace la paga. Entre todos debemos ir acorralando a la gente que es corrupta.

¿Hay iniciativas internacionales?

—Acabamos de crear un Consejo de Empresarios Iberoamericanos con todas las patronales y la lucha contra la corrupción es una de las líneas de trabajo. Hicimos hace poco una reunión en Madrid y uno de los objetivos es ver cómo nos ponemos las pilas en responsabilidad social corporativa. Desgraciadamente los resultados todavía no son buenos. Salen demasiadas veces, demasiados casos de corrupción. Hay que ir reformando el sistema.

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