La participación de España en los tres programas de rescate financiero de Grecia tiene un costo de 36 mil millones de euros, afirmó el ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos.

Al comparecer ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, expuso que el acuerdo del pasado 12 de julio se ajusta a la posición española en las recientes negociaciones, y advirtió de retos que deben afrontarse para implementar el tercer rescate.

Ante parlamentarios de diferentes formaciones, recordó que en el 2010, con el primer rescate, España prestó de forma bilateral a Grecia seis mil 700 millones de euros, a tasas que son desventajosos para las finanzas españolas, al generarle pérdidas por mil 500 millones de euros.

En 2012, España aportó garantías por más de 17 mil millones de euros, y para el tercer programa aportará el 12 %, del total, equivalente a 10 mil millones de euros, lo que eleva la exposición total española a 36 mil millones de euros.

Respaldó la iniciativa anunciada la semana pasada por el presidente Mariano Rajoy, de someter esta ayuda al voto del Congreso de los Diputados, aún cuando no tiene la obligación jurídica, debido “al tamaño del volumen de dinero y la trascendencia política” del asunto.

Aseguró que hay retos y riesgos para implementar el tercer programa para Grecia, como el que esquemas de aplicación choquen con la “situación política compleja” del gobierno griego; la participación del Fondo Monetario Internacional, y la ausencia de quitas nominales de la deuda griega.

“Es (la gestión del actual gobierno griego) el paradigma claro de cómo deteriorar la economía en un breve periodo de tiempo; en nueve meses ha pasado de una incipiente recuperación a una profunda recesión”, aseveró.

Asimismo, abundó que en este tiempo se pasó “de la desconfianza a la necesidad de un tercer rescate con un volumen superior al de hace unos meses”.

De Guindos aseguró que en todo ésto, España ha actuado como un socio serio que cumple sus compromisos, ha dado muestras de solidaridad y no va a dar la espalda a nadie.

“Pero considero que la mayor contribución es que ha demostrado que con una política económica adecuada se puede pasar de ser la rémora a ser el país que más crece en la zona euro; España ha dado un giro histórico por su estrategia de política económica y financiera”, apuntó.

Aclaró que España “ha dejado atrás la recesión pero no la crisis, aunque el final está al alcance” y por eso más importante no equivocarse en su receta de política económica de reformas y de aplicación de medidas ya aprobadas.

“El bienestar depende de la continuidad de estas reformas. No debemos dejarnos llevar ni por cantos de sirenas ni por atajos que no existen, ni por la percepción de que todo está hecho”, manifestó.

Agregó que por ello en este momento los principales enemigos de la economía española “son el conformismo y la demagogia”.

jlcg

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