A sólo un día de la cumbre europea extraordinaria sobre la crisis de deuda griega, el gobierno heleno de Alexis Tsipras aseguró ayer haber presentado propuestas para una “solución definitiva”, en la misma jornada en la que miles de personas se manifestaron frente al parlamento de Atenas, reclamando al premier que resista la presión de los acreedores internacionales para aceptar más medidas de austeridad a cambio del desbloqueo de miles de millones de euros.

Tsipras habló por teléfono con sus homólogos de Alemania y Francia, Angela Merkel y Francois Hollande, y con el presidente del eurogrupo, Jean-Claude Juncker.

“El premier presentó a los tres líderes la propuesta de Grecia para un acuerdo mutuamente beneficioso que brinde una solución definitiva y no posponga abordar el problema”, dijo la oficina de Tsipras en un comunicado. En sus propuestas, el premier habría mostrado su voluntad de realizar concesiones para liberar la ayuda financiera necesaria para evitar una cesación de pagos.

El presidente francés, Francois Hollande, confirmó durante una visita a Milán que Grecia presentó nuevas propuestas. Diplomáticos europeos dijeron que éstas aún no han llegado, pero representantes de los acreedores europeos del país y del FMI tenían programada una reunión para ayer en la tarde, a fin de discutirlas.

No estaba claro inmediatamente qué ofrecían las nuevas propuestas a los acreedores, que exigen recortes adicionales al gasto y alzas de impuestos, pero la noticia generó esperanzas de que se pueda lograr un acuerdo de último minuto antes de que Atenas se quede sin efectivo.

Juncker también habló ayer por teléfono con Merkel y con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, explicó una fuente griega. Colaboradores de Juncker conversaron también con representantes del Banco Central Europeo (BCE). Por otra parte, Tsipras se reunió con su gabinete de gobierno para informar de la situación.

El primer ministro griego tenía previsto viajar anoche a Bruselas, donde hoy tendrán lugar dos importantes citas: a las 10:30 GMT se reunirán los ministros de Economía y de Finanzas del euro, antes de la cumbre extraordinaria de los jefes de Estado y de gobierno que tendrá lugar a partir de las 17:00 GMT.

Amenaza del cese de pagos. Grecia podría entrar a finales de mes en suspensión de pagos, si no llega a un acuerdo para recibir el último tramo de ayudas del segundo paquete de rescate, unos 7 mil 200 millones de euros. Según Atenas, las diferencias pendientes con los acreedores giran en torno a sólo 450 millones de euros.

Excluida de los mercados de deuda y con la ayuda congelada desde el verano boreal pasado, Atenas se está quedando sin dinero. El viceministro de Finanzas confirmó ayer que Grecia tenía suficiente dinero para pagar los sueldos del sector público y las pensiones este mes. Pero Atenas necesita además acceso urgente a los fondos para no incumplir el pago de 1,600 millones de euros de un préstamo del FMI que expira a fin de mes.

El dinero se está esfumando de los bancos tras el colapso de las negociaciones el fin de semana pasado y Atenas podría verse obligada a imponer controles de capital dentro de días si no hay un avance en las negociaciones.

En un artículo para el Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung, el titular griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, apeló a la canciller alemana a asumir su responsabilidad. Merkel puede llegar a un “acuerdo digno” o tirar por la borda al único gobierno griego que es fiel a sus principios y que puede llevar al pueblo griego por un camino de reformas, sostuvo Varoufakis.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, advirtió en contra tener unas elevadas expectativas de cara a la reunión de hoy. “Tenemos que dejar a un lado la ilusión de que hay una solución mágica al más alto nivel”, dijo. Hollande, por su parte, indicó no ser ni pesimista ni optimista, pero advirtió que no puede perderse ni un segundo y que una salida de Grecia de la zona euro no sería una situación positiva para nadie.

“El país no está en venta”. En este marco, la manifestación de ayer de los simpatizantes del partido Syriza de Tsipras y de otros que se oponen al euro fue la segunda en una semana en el centro de Atenas. Cantando, ondeando banderas griegas y pancartas donde se leía “No al euro”, “La gente no será chantajeada”, y “El país no está en venta”, varios miles de personas llenaron las calles frente al parlamento.

Con las especulaciones sobre el futuro de Grecia dentro de la zona euro intensificándose, una contramarcha para reclamar que el país siga dentro del bloque se llevó a cabo la semana pasada, y hay otra similar programada para hoy.

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