Si la actividad industrial no mejora, la economía mexicana difícilmente superará el bajo crecimiento económico del país, aseveró ayer el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Manuel Herrera.

La situación parece que se complicará en los próximos meses por el debilitamiento que se registra en la manufactura estadounidense.

Aunque la actividad productiva se aceleró ligeramente en abril al registrar 2.4%, la industria reportó el nivel más bajo de los últimos 13 meses.

Con el crecimiento de 1.1%, de abril se extiende “un mes más la racha descendente iniciada en noviembre del año pasado”. Esta situación tiene que ver con el retroceso de la industria minera y del sector petrolero.

Pero en general eso indica que la industria “necesita instrumentos que promuevan su modernización y competitividad, para mejorar su contribución al avance de la actividad económica en su conjunto”.

Para la Concamin, aunque mejoró el desempeño del IGAE respecto al comportamiento que mostró en febrero y marzo, el ritmo de crecimiento que se registra “sigue siendo lento”, aseveró Herrera Vega en un comunicado.

Si se observa lo que ocurrió en abril el dinamismo mejoró, pero solamente en una décima de punto porcentual si se compara con el avance reportado en el mes previo, lo cual se dio por el impulso recibido por el sector agropecuario.

“El debilitamiento de la actividad industrial estadounidense anticipa malas noticias para las exportaciones manufactureras que se habían mantenido como el principal motor del crecimiento económico de nuestra economía”, expuso el líder de la Concamin en un comunicado.

Entre la estrategia a seguir para atenuar cualquier efecto negativo está la aceleración de las consultas para la integración de la estrategia de desarrollo productivo, lo que permitirá establecer las bases de la modernización industrial, la rearticulación de cadenas productivas e impulsar la innovación y la competitividad del sector fabril.

Crecimiento. Hace unas semanas la Concamin aseveró que la industria crecerá en el año 3.4% si se mantiene la actual situación, es decir, menos del pronóstico que se esperaba a principios del año, a consecuencia del entorno económico interno y externo “complicado y desafiante”.

La caída de los precios del petróleo provocó recortes presupuestales que afectan el crecimiento.

El hecho de que se mantenga por tantos meses la depreciación del peso frente al dólar también está encareciendo los costos de los insumos y maquinaria de importación que requiere la manufactura.

A todo ello se le suman los problemas que tienen diversas empresas del país porque diferentes gobiernos estatales no les han pagado los contratos de bienes y servicios desde hace unos años.

Además, a lo anterior se añade que va lento el ejercicio presupuestal y muchas firmas dependen de esos contratos. Para las pequeñas y medianas empresas también hay dificultades por la debilidad del mercado interno, entre otras cosas.

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