En el mundo de los autos existen modelos que ofrecen un extra a la movilidad. No estamos hablando de acabados de lujo ni de confort, ni que contengan el máximo nivel de tecnología, sino de aquellos que entregan al conductor una dosis de diversión y emoción cada vez que toman el volante. Uno de estos ejemplares que cumplen de “pe a pa” con los requisitos de un deportivo nato, es este BMW M2 Coupé, que con tan sólo apreciarlo delata que existe una fuerte dosis de poder en él.

Pero antes de entrar en materia es importante mencionar que este vehículo toma como base un Serie 2, solo que como toda versión de BMW que lleva la insignia M, fue tratado por el departamento BMW Motorsport -BMW M GmbH-. Desde hace tres décadas, esta división de la firma alemana tiene la misión de tomar los modelos usuales para transformarlos en pura sangre.

Así que detrás de cada automóvil, existe una serie de cambios  que van desde lo estético, pasando por el interior, hasta llegar a lo más importante de un “Eme”:  la dinámica de conducción.

Algo particular de este dos puertas vitaminado es que se trata del primer Serie 2 que pasa por las manos de los ingenieros, técnicos y diseñadores de BMW M GmbH. Si bien fue dotado de la misma fórmula impuesta en cada uno de los M, este auto tiene la particularidad de ser el más pequeño de la gama de BMW. Una de la primeras consecuencias de ello es que la relación peso/potencia es superior. Y es que entre más potencia y menos peso tenga un vehículo, es mayor la capacidad de aceleración.

Antes de encender el motor de este M2, sabemos que se trata de un deportivo en toda la extensión de la palabra. Basta con mirar que la cifra más alta del velocímetro son 300 km/h -aunque está limitado a no sobrepasar los 250- para saber que lo mejor está por venir. Y sí, lo mejor comenzó al escuchar la grave y profunda resonancia de los escapes dobles que salen por la parte trasera. Y si no es suficiente el sonido de los seis cilindros en modo Normal, con sólo presionar el botón del controlador del sistema de escape aquello se convierte en una ópera.

Como todo buen auto deportivo, el parámetro ideal para saber de su poder es el tiempo que demora en llegar a 100 km/h partiendo del reposo; en el caso de este BMW, el cronómetro se detiene en 4.3 segundos. Para tener una idea clara de esta cifra, el M2 cumple esta misión en tres décimas de segundo menos que el Porsche 911 Carrera, el cual cuenta con el mismo número de caballos de fuerza, es decir 370.

Pero además de la explosividad, este M2 tiene toda la artillería para saltar a las pistas y hacer sus mejores tiempos entre vuelta y vuelta. Mientras que el botón ubicado en la consola central ofrece un manejo cómodo hasta cierto punto, ya que las imperfecciones del asfalto son su peor enemigo, una vez que pasamos a Sport tanto el motor como la suspensión, dirección, transmisión y la electrónica permiten que el auto tome más bravura de la que ya trae de nacimiento. Incluso hay una etapa más, -Sport Plus- la cual permite una mayor diversión al volante al desactivar los controles de estabilidad y tracción.

Es un hecho que este autol entrega lo que muchos conductores buscan en un solo paquete: potencia de sobra, una carrocería agresiva y un manejo arrogante. Diversión total.

FICHA:

MOTOR: 3.0 litros / 6 cilindros en línea

POTENCIA: 370 hp a 6 mil 500 rpm

TORQUE: 339 libras/pie a 5 mil 750 rpm

TRANSMISIÓN: Autom. de 7 o Man. de 6

PRECIO: 1 millón 99 mil 900 pesos

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