AMOZOC, Puebla.— Cuando se trata de vehículos deportivos de alto rendimiento, lo primero que se viene a la mente es potencia, velocidad y tecnología de primer nivel, que en conjunto con una estética exterior atractiva reflejen una experiencia de manejo segura, con mucha adrenalina de por medio y para reunir estos factores no se puede tener una mejor referencia que Porsche.

La marca de Stuttgart liberó en el técnico trazado del Autódromo Miguel E. Abed, toda la fuerza de sus modelos más emblemáticos, como la Macan Turbo y el excitante GT3 RS, con pruebas de conducción que nos permitieron comprobar por qué son los líderes de este exclusivo segmento en nuestro país.

Ocho alemanes. La jornada inició con una divertida prueba que abarcó la mitad del circuito a bordo de los todoterreno Cayenne GTS, que a través de 440 hp mostró su temple en las rectas, Macan Turbo, SUV con aires deportivos que no se despega del piso y permite acelerar de 0 a 100 km/h en 4.6 segundos, y el liftback Panamera S E-Hybrid, el cual cuenta con un poderoso motor eléctrico que no le resta prestaciones dinámicas.

Después de empezar a experimentar la adrenalina con los pesos completos, pasamos a pilotear el Cayman S versión manual, para hacer con un divertido slalom. Sus 325 caballos de fuerza sobraron en esta etapa donde se realzó su ágil comportamiento en cada giro gracias a su motor central y centro de gravedad bajo.

El cierre de las actividades no pudo ser mejor al mando de los superdeportivos como el Targa, futuro del 911 que seguramente dejará a muchos con la boca abierta ya que sus cualidades en pista ejercen todo el ADN competitivo de la marca. A este ejemplar se sumaron las versiones 911 GTS que con su tracción trasera se puede llevar al límite en las curvas sin riesgo de perder adherencia.

No obstante, el show en esta última etapa se lo llevó el 911 Carrera 4 GTS, bólido lleno de potencia en su motor de 3.8 litros que te permite dominar el asfalto con mucha precisión. Por último la emoción subió a otro nivel con el poderoso GT3 RS, el cual demuestra su alto coeficiente aerodinámico a través de su vistoso spoiler trasero y las entradas de aire en sus laterales que denota todo el sentimiento de la firma por las fuertes emociones.

Esta versión del 911 es lo más cercano a un auto de competencia y su manejo es exquisito, no permite margen de error. Su aceleración de 0 a 100 km/h la hace en apenas 3.3 segundos y pega literalmente la cabeza al asiento deportivo.

Fue el auto favorito de todos los asistentes y cuando pudimos probarlo como copilotos bajo las manos con un profesional, nos dejó con la boca abierta ya que sus prestaciones realmente permiten dejar pegado el pie en el acelerador hasta en los giros cerrados.

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