Technology Life Safety (TLS) es la primera empresa estadounidense especializada en la fabricación y desarrollo de chamarras y chalecos para deportes extremos en tierra, aire y agua. El accesorio permite, en caso de accidentes, prevenir el menor daño posible a órganos vitales en el tórax, espalda, cuello y coxis.

Jorge Gómez, presidente de TLS visitó tierras aztecas para participar en el Salón Internacional de la Motocicleta (SIMM) donde exhibió los novedosos dispositivos, platicamos con él y nos mostró las cualidades de estos aliados de la seguridad.

“Como sobreviviente de un accidente que no provoqué y del cual salí con 27 fracturas y un lapso de tiempo de 14 meses en cirugías y rehabilitación, decidí aprovechar todos mis conocimientos en ingeniería para desarrollar una chamarra y un chaleco que ofrezcan una segunda oportunidad a los usuarios y deportistas extremos para que protejan sus órganos vitales,  tanto en la abrasión como en el impacto”.

A raíz de ese aparatoso accidente fue como a Jorge Gómez se le ocurrió crear Technology Life Safety (TLS), una empresa que él mismo define como especializada en soluciones tecnológicas de seguridad activa y pasiva para motociclistas y deportistas extremos y la cual tiene como objetivo contribuir a la cultura de seguridad.

Agregó que esta nueva generación de chalecos y chamarras con airbag, que se han popularizado en Estados Unidos y Europa, pretende poner su granito de arena para crear una cultura de seguridad también en América Latina.

El empresario estadounidense, dejó clara su intención de entrar al mercado mexicano con un producto de alta calidad y con la misma normatividad que se exige en Estados Unidos, pero con un precio más accesible, que ronde los 5 mil 500 pesos. En Europa una prenda similar, según nos explica, cuesta de 700 a 800 euros.

“Cuando sucede un percance en motocicleta, 22% de las lesiones más comunes corresponden a la cabeza, 21% se originan en el cuello y 47.4% en el tórax, pero hay otras partes que también sufren daños como el abdomen, pelvis y coxis. Esto se podría evitar si se utilizan estos sencillos  dispositivos.

De acuerdo con el entrevistado, en las versiones europeas las chamarras sólo cubren la parte inferior del cuello y están limitadas a deportes de motos y ecuestres. El CO2 está localizado en puntos estratégicos donde es fácil que se generen impactos a órganos vitales, e inmediatamente después del impacto se desinflan.

"Nosotros hemos ido más allá al salvaguardar la integridad del conductor, porque cuando sucede un accidente nuestro chaleco se mantiene rígido y envuelve el cuerpo en la parte superior en forma de un entablillado hasta que lleguen los servicios médicos para brindar atención y de esta manera no generar más daños”.

Destaca la participación de la tecnología en estos productos que cuentan con un dispositivo de gas ubicado estratégicamente en la parte de la cintura que en cuanto se activa protege al usuario.

​La bolsa de aire está diseñada para sólo inflarse en caídas moderadas a severas, es decir, que si se baja de la motocicleta y olvida desenganchar la chamarra esto no es suficiente para activar el gas o CO2, ya que para que esto ocurra es necesario tener mínimo una fuerza de 20 libras para ser activado y eso toma sólo entre 0.2 y 0.3 segundos en inflarse.

Las chamarras y chalecos pueden reutilizarse, siempre y cuando no sufran daños profundos. Basta cambiar el cartucho de gas para volverse a utilizar con la misma garantía de eficiencia.


Google News

Noticias según tus intereses