Al concluir su sexto informe de labores un reportero le preguntó a Carlos Salinas de Gortari qué opinaba sobre las pancartas en su contra que llevaron diputados a San Lázaro, y él respondió “ ni los veo, ni los oigo ”. Esa herencia salinista de ni ver ni escuchar, la recibió el presidente saliente Enrique Peña Nieto . Él echó a andar esta filosofía cuando los escándalos mediáticos le estallaron en la cara. Peña Nieto se convirtió en el primer presidente que tuvo que lidiar con un emergente poder fáctico, con el cual ninguno de sus antecesores tuvo que lidiar: las redes sociales.

El presidencialismo mexicano, no importaba quien ocupara la curul sexenal , estaba diseñado para enfrentar, convivir y cuando fuera necesario combatir, al llamado “cuarto poder”. Desde el “ no pago para que me peguen ”, de José López Portillo hasta el “pórtense bien”, de Javier Duarte para justificar las desapariciones forzadas y homicidios cometidos contra los periodistas. Pero desde luego que no se estaba preparado para enfrentar a los medios sociales digitales, que tienen una nueva sintaxis, una nueva línea discursiva, y que en general están inaugurando un nuevo lenguaje.

Peña Nieto no supo/no pudo hacer frente a esta nueva realidad social de comunicación . Ha sido el presidente más criticado de la historia. Ese privilegio que antes era exclusivo de analistas políticos, columnistas, editorialistas y hasta caricaturistas, se democratizó. Hoy cualquier persona que tenga una cuenta en cualquier red social puede “atacar” al presidente. Hacer comentarios a manera de editorial, y las caricaturas políticas que encumbró Posadas, ahora se han convertido en memes al alcance de cualquier aplicación. Peña Nieto se ha convertido así en el primer presidente memeable de la historia.

Después de hacer un análisis en sus principales redes sociales se detectó que en Twitter campean los memes al generar el 48.8% de la conversación; cifra menor se registra en Facebook en donde el 18.6% son memes en donde los usuarios se burlan de la gestión del presidente.

Facebook es la red social que se mostró más benevolente con Peña Nieto, ya que el 63.1% de los comentarios generados son en positivo, la gente escribe para felicitarlo por su gestión y desearle éxito en el futuro; sólo el 8.9% de lo que la gente escribe es en su contra. En contraste, Twitter vuelve a ser la reina en cuanto a las críticas, pues el 37.5% de los comentarios son negativos y apenas el 4.8% son positivos. En Instagram el 41.7% de las reacciones que generaron los posts de Peña Nieto son neutras, el 25.5% son positivas y el 32.6% son negativas.

Peña Nieto vivió momentos difíciles en las redes sociales desde la campaña misma. Recordamos que, tras esconderse en un baño en la Universidad Iberoamericana , en Twitter se gestó el movimiento #YoSoy132 que generó 157 millones de impactos contra @EPN. Cuando no supo nombrar tres libros y sus autores volvió a encender las redes sociales en contra, y logró 47 millones de impactos. Por no ser la señora de la casa y no saber el precio de las tortillas, los usuarios de redes generaron contenido que alcanzó a más de 102 millones de usuarios. Ya como presidente , el hecho que generó más burlas fue el frustrado saludo tripartita con sus homólogos Obama y Trudeau , que provocaron un alcance de 239.7 millones.

Más allá de las burlas y las sátiras , los principales problemas a los que no pudo/supo hacer frente @EPN en las redes sociales fueron: corrupción, seguridad, violación a los derechos humanos, economía y política exterior . Nada más, pero nada menos.

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