Impera opacidad en delegados sobre sus declaraciones

johana.robles@eluniversal.com.mx

Sólo uno de los nueve jefes delegacionales sustitutos, que han presentado sus declaraciones, aceptó elaborar una versión pública de sus bienes: Joaquín Meléndez Lira, titular de Álvaro Obregón.

Los otros ocho no autorizaron que se proporcione datos de sus bienes patrimoniales, de acuerdo con la Contraloría General del Distrito Federal, en respuesta a una solicitud de información que elaboró EL UNIVERSAL.

El número de delegados dispuestos a elaborar una versión pública de su patrimonio se redujo en seis meses. A principios de año, de los 16 jefes delegacionales,  50% aceptó difundir sus bienes luego que el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, instruyera a su gabinete a dar a conocer sus declaraciones patrimoniales.

En el documento, con fecha del pasado 22 de junio y que se le entregó a EL UNIVERSAL, sólo nueve de los 13 jefes delegaciones presentaron la declaración patrimonial inicial del cargo, pues rindieron protesta el 16 de abril ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).

Sobre el tema, Eduardo Bohórquez, presidente de Transparencia Mexicana, consideró que si la presentación de las declaraciones patrimoniales tienen motivaciones electorales y políticas y no son parte de un sistema anticorrupción, los monitores y controles se van relajando con el paso del tiempo.
Sostuvo que está claro que hay contrastes “en lo que está dispuesto hacer un candidato para obtener un voto y lo que está dispuesto a hacer un funcionario ya dentro del gobierno.

“Estos funcionarios que están cerrando no tienen ningún incentivo político de hacer pública su declaración; para empezar, no van a continuar en el cargo, no fueron elegidos como candidatos a otra posición, saben que todo mundo está preocupado por los entrantes, pero no como cierran la administración”, expuso.

Aseguró que esto debe ser vigilado por los propios órganos de control del gobierno capitalino, así como de la sociedad y los medios de comunicación para cambiar los incentivos y que no haya relajamiento en los cierres de las administraciones.