El gran ganador: Shape of Water

Sólo se llevó 4 de los 13 a los que estaba nominados, pero dos de ellos son los premios más grandes de la noche: Mejor Director y Mejor Película. Del Toro se convierte en un jugador de elite, el Oscar le abrirá la puerta a muchos de sus cientos de proyectos que tiene bajo la manga.

El gran perdedor: Lady Bird

Y al final hubo justicia. Una de las cintas más débiles y menores entre las nueve nominadas era Lady Bird, pero la corrección política y la fuerza del movimiento #MeToo hacían suponer que la Academia se inclinaría por darle todo a Greta Gerwig, cuya nominación a Mejor Directora ya de por sí era inmerecida. Al final la ola derivó en charquito y Greta se fue sin nada a casa. ¡Justicia!

La gran sorpresa: el Oscar a Mejor Película para Shape of Water

Todos apostamos a que Three Billboards Outside Ebbing, Missouri ganaría el gran premio de la noche. Se había llevado ya todos los premios en otras entregas y, sin ser la mejor de las películas nominadas, era la gran favorita. ¿Por qué ganó Shape of Water? Fue producto del sistema de votación: a diferencia de las otras categorías donde el que tiene más votos gana, en Mejor Película se votan por tres películas en orden de preferencia, la popularidad es la que dicta la ganadora. La pelea estaba, de hecho, entre Lady Bird, Shape y Three Billboards, pero al final el carisma de Del Toro, la muy calculada campaña de marketing y el apoyo incondicional de Cuarón e Iñárritu (entre otras muchas cosas) dieron el resultado esperado. Los llamados Tres Amigos tienen ya cada quién su Oscar.

La gran decepción: que no ganara Agnès Varda

Era la oportunidad no sólo de premiar un gran documental como lo es Faces Places, sino además el pretexto ideal para reconocer a una cineasta legendaria, la llamada “Abuelita de la Nouvelle Vague”. Pudo más el coraje de Hollywood hacia los rusos y por eso el premio se lo llevó Icarus, que documenta cómo las delegaciones deportivas de aquel país ganaron medallas olímpicas mediante dopaje auspiciado por el estado. Ganó la política, perdió el arte.

El momento más emotivo: el triunfo de Roger Deakins

Algunos tal vez lloraron con el premio a Coco, otros incluso con el triunfo de Del Toro, pero los cinéfilos de cepa lloramos de alegría cuando, ¡al fin!, le dieron el Oscar al cinefotógrafo Roger Deakins por Blade Runner 2049. Y es que el hombre, responsable de la fotografía en clásicos como Fargo, The Big Lebowski, Skyfall y Sicario llevaba 13 nominaciones al Oscar y en ninguna había ganado. Décadas esperando el premio y al fin, a sus casi 70 años, el gran Roger Deakins finalmente tiene un Oscar. ¡Justicia!

La “discreta” campaña de marketing: Disney

No sólo ganó dos Oscars por Coco, el obvio en la categoría de Mejor Cinta Animada (no tenía competencia alguna) y el inesperado por mejor canción con Remember Me (todos apostaban a que se lo llevaría la canción de ese horror de película llamado The Greatest Showman). Pero en los Oscars no sólo se gana llevándose estatuillas. Mediante una discreta pero efectiva maniobra de marketing, Disney se las ingenió para estar presente mediante otros títulos que ni siquiera estaban nominados.

Por ejemplo, ¿no se les hizo curioso las varias referencias que por aquí y por allá se hacían a Black Panther?, y cuando Jimmy Kimmel se lleva a varios actores al cine de a lado para “agradecer” a los moviegoers, la cinta que están viendo es el nuevo lanzamiento de Disney: A Wrinkle in Time. Y por último: ¿Helen Mirren estaba disfrazada de Elsa (Frozen) al momento presentar el famoso Jet Sky?

Así, Disney se las ingenió ($$$) para estar muy presente en la ceremonia con algo más allá que sus cintas nominadas.

El momento más divertido: Maya Rudolph y Tiffany Haddish

El año en que Ellen Degeneres fue host de los Oscars rompió varios paradigmas sobre lo que se podía hacer en la ceremonia. Desde entonces muchos la han querido emular sin éxito. El gimmick de esta edición fue divertido aunque no espectacular: varias estrellas crasheando en la exhibición de una película en el cine de enfrente del auditorio Kódak. Pero si bien ese pudo ser el momento más divertido de la noche, de inmediato fue opacado por la presencia de Maya Rudolph y Tiffany Haddish quienes con naturalidad y buen sentido del humor se robaron la noche, al grado de que ya es el fuerte el rumor de que serán las nuevas conductoras para la ceremonia del año entrante.

El momento latinoamericano: el triunfo de Una Mujer Fantástica

Chile gana en la categoría de Mejor Película Extranjera y es un premio que significa muchas cosas: reafirma a Chile como una de las naciones que mejor cine hace en latinoamérica, a Lelio y Larraín como dos poderosos jugadores en la industria y además, en un sonoro aplauso, se le reconoce también a Daniela Vega, la protagonista de la cinta quien (de regreso a su país) pronunciará un duro discurso sobre la situación de los transgénero en un Chile que se pinta moderno pero que en el fondo es terriblemente conservador.

El momento feminista: el discurso de Frances McDormand

Con una intensidad que ya parece impostada, rayando en la demencia, McDormand agradeció su Oscar a Mejor Actriz pidiendo a que todas las mujeres en el auditorio se pusieran de pie para hacer notar cuántas mujeres hay en la industria y pedirle a los hombres (?) apoyo a sus proyectos, pero ojo: “no hablen con ellas en la fiesta, mejor denles cita mañana en sus oficinas”. What?, ¿qué carambas fue eso?

El oso de la noche: el “chiste” de Derbez.

Si bien la horrible interpretación de uno de los temas de Coco pudo haber estado en esta categoría, definitivamente la (por fortuna) breve aparición de Derbez presentando a Gael y Natalia Lafourcade se llevó, de calle, la categoría de peor oso de la noche. Presumiblemente saliéndose de guión, Derbez intentó hacer un chiste (sobre el muro fronterizo de Trump) que no le dió risa a absolutamente nadie, provocando no sólo un silencio sepulcral en el auditorio sino en todo aquel sitio donde se estuviera viendo la ceremonia. Way to go, Derbez!

El mejor meme: Eiza González y su vestido amarillo

Aunque la corrección política imperante ya se encargó de condenar los memes que hacen burla al vestido amarillo de Eiza, lo cierto es que un poco de humor nunca está de más. Ninguno de esos memes condenan la presencia de la mexicana en la entrega (que gracias a su papel en Baby Driver, lo merecía) ni cuestionan su talento, es una vil chacota que hace no mucho no pasaría de la mera anécdota pero en estos tiempos donde todo ofende y lastima gravemente a las buenas conciencias, ya se ha vuelto en terrible afrenta. Qué poco sentido del humor.

-O-

Síguenos en Twitter:

Escucha nuestro podcast en .

Google News

Noticias según tus intereses