En una era donde se plantea el imperativo de alfabetización digital y dominio de tecnologías como la Inteligencia Artificial Generativa y omnicanalidad, debe verse el rezago primigenio.

En los países emergentes la educación en línea requiere el acceso a redes de información además de capacitar a quienes diseñarán y aplicarán competencias al modelo educativo en línea. Es decir, además de aplicar las nuevas tecnologías a la educación, se deben diseñar nuevos escenarios educativos donde los estudiantes puedan aprender a moverse e intervenir en el nuevo espacio virtual.

Esto no es un logro fortuito. Es un error asumir que las nuevas generaciones lograrán las interacciones y competencias virtuales de manera intuitiva. En realidad, se trata de destrezas que deben trabajarse so pena de experimentar paralización o retraso educativo.

Sin embargo, el panorama puede ser difícil en los países que ni siquiera han abatido el analfabetismo.

Actualmente, alrededor de mil millones de personas son analfabetas. Es decir, carecen de los conocimientos necesarios para leer, escribir y desarrollar con eficacia sus actividades normales dentro de la sociedad.

Además de éstos “analfabetas absolutos” existen los llamados funcionales. Son las personas que solamente lograron acreditar el segundo año de educación primaria. En México ambos tipos de analfabetismo sumaban 8.8 millones de mexicanos.

La situación se agrava cuando se toma el criterio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) que considera a las personas no alfabetizadas a las que tienen cinco años o menos de educación formal.

El promedio mundial de la tasa de analfabetismo es del 24%. La mayoría de las personas analfabetas se localiza en los países en desarrollo. A su vez, estas desigualdades también se acentúan en las áreas rurales respecto a las urbanas y la `proporción de mujeres analfabetas en esas áreas supera a las de los hombres.

En el mundo en desarrollo unos 130 millones de niños de edad escolar crecen sin poder recibir una educación básica, a pesar de que en la Convención Sobre los Derechos del Niño de 1989 se establece ese derecho.

El analfabetismo impide que quienes lo padecen puedan tener una verdadera integración social, se convierte en una limitante para acceder al conocimiento y a la realización económica. El contraste es evidente cuando se les compara con personas provenientes de familias donde existen libros, la costumbre de la lectura, computadora, acceso a Internet, alimentación adecuada, buenas condiciones de transporte, acceso a actividades culturales…ellos tienen muchas más posibilidades de aprender.

Donde hay carencias económicas, sociales o culturales, éstas tienden a persistir a lo largo del tiempo. La pobreza y la marginación tienden a crear mecanismos para autorreproducirse. Difícilmente se sale de esa situación sin ayudas externas a las familias, sin la mano visible y la acción compensadora del Estado.

En los países emergentes, y especialmente en el caso de México, El Estado debería ser el medio para proveer de políticas eficaces para erradicar el analfabetismo y al mismo tiempo lograr el acceso universal a la educación mediante el uso de nuevas tecnologías de la información, sin diferenciar que existan modelos en línea o presenciales.

Rector del Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminológicas (CESCIJUC)

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